A raíz de una situación de riesgo ilustrada por recurrentes incidentes de seguridad, tanto en contra de la comunidad migrante que apoyan como en contra de las personas que colaboran con el albergue, PBI acepta la petición de acompañamiento por parte de la Casa del Migrante de Saltillo desde el año 2014. Trabajando desde 2002 por la defensa de los derechos humanos de las personas migrantes en tránsito por México, la Casa del Migrante de Saltillo recibe amplio reconocimiento por su labor como, por ejemplo, el premio Lettelier-Moffitt por parte del Institute for Policy Studies.

“Cada año, centenas de miles de migrantes indocumentados centroamericanos, sobre todo de Guatemala, Honduras y El Salvador, atraviesan México hacia la frontera con Estados Unidos”. La Casa del Migrante nace en Saltillo cuando se registraba una ola de asesinatos de transmigrantes centroamericanos.

En 2011, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) documentó 214 casos de secuestros, involucrando un total de 11,333 migrantes.

“A pesar de los compromisos del Gobierno para mejorar la seguridad de las personas migrantes, los autores de estos crímenes nunca comparecen ante la justicia salvo contadas excepciones”. Según un informe, “México vive (...) una crisis de proporciones alarmantes en materia de ataques, asesinatos y explotación a las personas migrantes y sus familias”.

Durante una visita a la Casa, las palabras de un migrante al equipo de PBI fueron: “Estados Unidos es el sueño pero lastimosamente México es la pesadilla”.

La labor de la casa

En este contexto, la Casa recibe y apoya a un promedio de 80 migrantes por día. La Casa se destaca entre los albergues de migrantes en México ya que, además del reconocido apoyo humanitario a migrantes, su labor se caracteriza por un valioso trabajo de denuncia y documentación de violaciones de derechos humanos de migrantes, bien ilustrado por su Cuaderno sobre secuestro de migrantes o el informe Saltillo, Coahuila. México: un lugar de tortura a personas migrantes.

El apoyo humanitario que brinda la Casa del Migrante de Saltillo a las personas migrantes incluye cuidados médicos y psicológicos para quienes los necesiten, así como asesoría legal en cuanto a trámites migratorios y deportación.

Voluntarios de PBI acompañan a un integrante de la Casa del Migrante de Saltillo

El riesgo que enfrentan

Además de los retos atinentes a la labor de quien asume tal tarea, los varios colaboradores de la Casa del Migrante tienen que enfrentar un elevado nivel de riesgo con recurrentes incidentes de seguridad.

“Se trabaja en contextos de corrupción de autoridades, florecimiento de delitos contra migrantes cometidos por la delincuencia organizada, complicidad de autoridades con grupos fácticos, así como por la misma intolerancia de poblaciones por donde cruzan los migrantes y la comunidad los rechaza por su origen centroamericano o por vincularlos con pandilleros y delincuentes” (ver informe).

Además de eso la Casa sigue siendo víctima de difamaciones por parte de la prensa y de autoridades. Las agresiones han aumentado desde el 2009 hasta la fecha. Hay periodos de tensa calma, puede haber meses que no pasa ningún incidente, pero después de un tiempo la tensión se reactiva.

Se acumulan también los episodios de hostigamiento y amenazas en su contra. Un ejemplo se dio en enero del 2013, cuando el Padre Pedro Pantoja recibió una amenaza de muerte.

El 27 de enero de 2014 otro de los defensores de la Casa fue amenazado por el hecho de que estaba protegiendo a un migrante. Todo pasó en el portón de la casa, zona que allegadamente recibe, a raíz de medidas cautelares, la vigilancia de una patrulla permanente de la Policía Estatal.

Además, la Casa sufrió varios intentos de fraude en los últimos años.

Medidas de Protección

En 2009, la CNDH solicitó al Estado mexicano la implementación de medidas cautelares y el Consejo para Prevenir la Discriminación emitió medidas precautorias, expediente que cierra en 2013, pese el reconocimiento que la implementación no había sido exitosa.

En 2010, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) otorgó la Medida Cautelar MC 312-09 a la organización.

En 2012, la Casa del Migrante solicitó la entrada al Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas pero fue inicialmente denegada por el Gobierno federal bajo la alegación de que no era compatible con las otras medidas de protección otorgadas.

Ya en 2013, fue la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Coahuila quien solicitó la implementación de Medidas Cautelares.

Las personas defensoras reportan que, a despecho de la aceptación de estas medidas por parte de las entidades gubernativas federales, estatales y municipales, el estado de implementación de dichas medidas de protección no se ha desarrollado en coordinación con la organización beneficiaria y, por lo tanto, se siguen observando fuertes dificultades en su implementación.

Apoyo internacional

Además de PBI, la Casa recibe soporte por parte de varias organizaciones internacionales. Como ejemplo, en febrero de 2014 fue visitada por el director de Amnistía Internacional, organización con la cual también están desarrollando una campaña conjunta.

Por otro lado, en 2012, la Casa fue invitada por la CIDH a participar en la Audiencia Temática sobre Migración que tuvo lugar en Washington, Estados Unidos. En Marzo de 2017 participó en la Audiencia Pública ante la CIDH “Situación de personas solicitantes de asilo y refugiadas en México” en la Ciudad de México..

En 2013, el director de la Casa, Alberto Xicoténcatl, fue de gira a Europa y a los Estados Unidos con PBI, donde interlocutamos con representantes de congresistas, la sociedad civil local, y autoridades locales, nacionales e internacionales. Además, Alberto Xicoténcatl participó en el congreso “Proteger a quien defiende”.

La oficina en México del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados ha colaborado con la Casa del Migrante de Saltillo para ampliar sus instalaciones y construir un nuevo albergue exclusivamente para la población refugiada. El 5 de febrero empezó la construcción de esta nueva área que será gestionado por la Casa.

PBI, con su acompañamiento, tiene la intención de ampliar sus espacios políticos de actuación a nivel local, nacional e internacional, de manera que la Casa pueda realizar su trabajo de defensa de los derechos humanos con seguridad, reconocimiento, legitimidad y sostenibilidad.

PBI seguirá dialogando con autoridades locales para que brinden el reconocimiento y protección que la Casa del Migrante de Saltillo necesita para hacer su trabajo.

La Casa trabaja en cercana colaboración con el Centro Diocesano para los Derechos Humanos Fray Juan de Larios y el Centro de Derechos Humanos Juan Gerardi, dos organizaciones de Coahuila que también reciben el acompañamiento de PBI.

Para más información sobre la Casa del Migrante de Saltillo y el contexto en Coahuila véase: