Pasar al contenido principal

Conmemoramos el valor de quienes defienden derechos humanos en México

Cada 9 de diciembre, recordamos con solemnidad la labor de las personas defensoras de derechos humanos, personas que, con valentía y justicia, trabajan por la dignidad, la vida, la tierra, la igualdad y la memoria colectiva. Su labor sostiene el derecho fundamental de defender derechos -un derecho humano universal-y es vital para construir sociedades más justas, libres y solidarias. 

La importancia de proteger su labor

En México, muchas veces quienes defienden derechos enfrentan riesgos gravísimos: amenazas, agresiones, hostigamiento, criminalización e -incluso-asesinatos. Organizaciones como Red TDT han documentado decenas de agresiones y patrones sistemáticos de violencia contra defensores y defensoras, en múltiples estados y contextos. 

Ante esta situación, el Espacio OSC ha insistido en la necesidad de políticas públicas integrales y efectivas que garanticen protección real, con especial énfasis en las defensoras —que muchas veces enfrentan violencia diferenciada por su género— y en personas defensoras de territorios, comunidades indígenas, derechos ambientales, sociales, culturales, laborales, entre otros. 

Nuestro compromiso desde PBI México

Desde PBI México creemos firmemente que acompañar, visibilizar y proteger a las personas defensoras es esencial para mantener vivo el derecho a defender otros derechos. Es por ello que vociferamos nuestro apoyo y solidaridad con quienes día a día arriesgan su seguridad —y en muchos casos su vida— para defender la dignidad, la memoria, la justicia y el bienestar colectivo.

Hoy, en este Día Internacional de las Personas Defensoras de Derechos Humanos, reiteramos nuestro compromiso de acompañar y visibilizar su labor, y recordamos que la situación en México sigue siendo apremiante. Persisten los riesgos, las agresiones y los desafíos estructurales que enfrentan quienes defienden la vida, la tierra, la verdad y la justicia.

Reconocer su labor y mantener la atención pública sobre su situación es esencial para que defender derechos no sea un acto de valentía excepcional, sino una práctica protegida, respetada y posible para todas las personas.