La Misión -que fue acompañada por PBI- se realizó a mediados del mes de septiembre y tuvo como propósito atestiguar, documentar y visibilizar la situación de alto riesgo e inseguridad que viven la población que ha sido víctima de graves violaciones a los derechos humanos en la zona, así como la situación de las personas defensoras de derechos humanos que trabajan junto a ellas.
La misión fue integrada por organizaciones tales como, el Colectivo Contra Tortura e Impunidad; el Centro de Derechos humanos Tlachinollan; Código DH; SERAPAZ; y Amnistía Internacional México; y fue acompañada por la la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
En conferencia de prensa señalaron que al desplazamiento forzado y a la desaparición de personas como las graves violaciones a los derechos humanos que se están dando en el territorio, y destacaron que su abordaje “requiere de políticas públicas eficientes elaboradas de manera conjunta”, además, indicaron la urgencia de reunirse con el gobernador del estado para plantearle estas preocupaciones.
En el mismo marco y frente a distintos hechos de violencia ocurridos en las últimas semanas, organizaciones participantes en la Misión de Observación, reiteraron su preocupación por los efectos de la violencia tanto para la población en general como para las organizaciones de derechos humanos que trabajan en la región.
En este sentido, recordamos que en su último informe, la Red TdT señala a Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Chihuahua (Sierra Tarahumara), como las regiones con más alto riesgo para el trabajo de las personas y colectivos que defienden derechos humanos durante el último sexenio.