En México la cantidad de personas refugiadas ha aumentado significativamente debido a las crisis humanitarias y de seguridad en países como Honduras, El Salvador y Venezuela. Según la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), durante el 2017 el número de personas refugiadas aumentó un 578%, y la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) reconoció que hay un total de 14,594 personas solicitantes de refugio en México.
No obstante, la COMAR está sobre-saturada y no ha atendido a cerca del 60% de las solicitudes, con el argumento de condiciones malas de su inmueble después del sismo del septiembre de 2017, aunque la Ley sobre Refugiados, Protección Complementaria y Asilo Político indica que las solicitudes se tienen que resolver en un plazo máximo de 45 días.
Como respuesta a esa situación preocupante, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados está colaborando con varios albergues del sur del país y con la Casa del Migrante de Saltillo (CMS) en Coahuila, para ampliar los espacios y poder atender mejor a personas refugiadas. En el marco de esta colaboración, el 5 de febrero empezó la construcción de un nuevo albergue para hombres, mujeres y familias refugiadas en las instalaciones de la CMS, un proceso que concluirá a finales de junio o inicios de julio.
Pese a este proceso positivo, el trabajo de la Casa sigue enfrentándose con grandes retos, porque ni el Instituto Nacional de Migración (INM) ni la COMAR han garantizado los derechos de la población refugiada y no han cumplido con sus compromisos internacionales de proteger la vida y la integridad de las personas que han sido desplazadas de manera forzada de sus países de origen.
En el marco del acompañamiento a la CMS, a principios de marzo el Equipo Norte de PBI se desplazó a Saltillo para reunirse con integrantes de la Casa para hablar sobre las problemáticas que han enfrentado durante los últimos meses. Aparte de las dificultades con el INM y la COMAR, la Casa ha sido víctima del hostigamiento, llamadas de extorsión, información falsa en la prensa y dificultades en conseguir reuniones con las autoridades al nivel municipal.
Debido al alto riesgo que está enfrentando el personal de la CMS y a la importancia del trabajo que realiza para personas migrantes y refugiadas en México, en esta gira también se renovó el convenio del acompañamiento por PBI a la Casa del Migrante de Saltillo para cubrir los dos años siguientes.