En septiembre se cumplieron 3 años desde la desaparición masiva de estudiantes ocurrida en Iguala, estado de Guerrero, conocida como el “Caso Ayotzinapa”. PBI observó la «Caminata Silenciosa» que conmemoró la fecha, y al mismo tiempo exige justicia, y que además se solidarizó con víctimas y afectados por el reciente sismo.
Con motivo de cumplirse los 3 años desde esta desaparición masiva, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos urgió al Estado mexicano a evitar que este caso quede en la impunidad; lo cual se conecta con la tercera visita oficial a México en agosto del “Mecanismo de Seguimiento” a la medida cautelar otorgada y a las recomendaciones del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), cuyo objetivo fue supervisar el cumplimiento de la medida cautelar y de las recomendaciones del GIEI respecto del avance de la investigación, la búsqueda de los desaparecidos, entre otras.
Cabe señalar que durante el mes de agosto PBI se desplazó al estado de Guerrero en el marco de la jornada de actividades organizada en Tlapa del Comonfort por el XXIII aniversario del Centro de Derechos Humanos Tlachinollan; en el que fue presentado su Informe «GUERRERO: Mar de luchas, Montaña de ilusiones», que realiza un diagnóstico de la situación de derechos humanos en las regiones de La Montaña y la Costa Chica de Guerrero.
En la ocasión, Abel Barrera -director del centro- dedicó el informe a las madres y padres de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, quienes se encontraban en el lugar junto a Inés Fernández Ortega -sobreviviente de tortura de tortura por parte de efectivos militares- cuyo caso logro la sentencia de la Corte interamericana de derechos humanos y que recibe el acompañamiento de Tlachinollan para la implementación efectiva de las medidas dictadas.