Autor(a): Aluna Acompañamiento Psicosocial
Desde el enfoque psicosocial es fundamental contextualizar la afectación de las defensoras en un escenario de violencia sociopolítica y patriarcal, pues por su trabajo se enfrentan a estructuras de poder dominantes. Al tocar intereses de actores como el Estado, el crimen organizado y empresas privadas nacionales o internacionales, las defensoras son amenazadas, criminalizadas, hostigadas e incluso víctimas de tortura sexual, por lo que sus vidas están en riesgo.
Además del desgaste y frustración por la impunidad estructural, las defensoras no siempre cuentan con condiciones laborales justas, a menudo asumen sobrecarga de trabajo y se enfrentan a una estigmatización, incluso por parte de los mismos compañeros, por desafiar estereotipos de género.
En este contexto, las defensoras enfrentan diversos tipos de impactos psicosociales, directamente en sus cuerpos pero también en sus familias y organizaciones. A pesar de los impactos que viven, cabe destacar que la mayoría de las defensoras logra resignificar su experiencia y potencia diversos mecanismos de afrontamiento - físicos, emocionales, espirituales, políticos y económicos- que les permiten crear condiciones para seguir desarrollando su trabajo.
Uno de los principales impactos psicosociales es el miedo, que les afecta tanto a nivel personal como colectivo. Siendo una estrategia de control social, el miedo busca producir desconfianza, a veces parálisis, y así inhibir procesos de participación. Para afrontarlo, las defensoras elaboran procesos subjetivos y construyen estrategias de protección físicas y emocionales.
Cuando se activan conflictos en las colectividades, que afectan los lazos y los vínculos afectivos, sociales y políticos; ellas reconstruyen las relaciones y generan procesos de solidaridad que les permite transitar de momentos de mucho dolor, angustia, tristeza a procesos de reconstrucción de su vida, haciendo que la creatividad, la politización y la esperanza se convierten en derroteros de su vida.