20 años de libre comercio entre la UE y México han implicado devastación social y ambiental en México. Más de 120 organizaciones y redes de la sociedad civil hacen públicas 6 razones para no ratificar el TLCUEM “modernizado”.
El Tratado de Libre Comercio Unión Europea-México, también llamado “Acuerdo de asociación económica, concertación política y cooperación”, vigente desde el año 2000 pasó por un proceso de modernización sin ningún tipo de estudio de impacto y sin consultar con la ciudadanía, con comunidades afectadas en los territorios por los proyectos empresariales de inversión europea, con personas defensoras de derechos humanos, animales y del medio ambiente, así como de sindicatos y Organizaciones de la Sociedad Civil, entre otros. La firma tuvo lugar en abril de 2020, durante una de las peores crisis sanitarias, sociales y económicas del mundo. Actualmente, la Unión Europea, aprovecha la guerra en Ucrania para acelerar la firma de tratados de libre comercio y presiona para que el TLCUEM sea ratificado este año.
En una rueda de prensa el 4 de julio, más de 120 organizaciones de la sociedad civil mexicana, europea e internacional hicieron públicas seis razones para NO ratificar el Acuerdo:
Lucía Bárcena, del Transnational Institute (Países Bajos) recordó que el acuerdo únicamente beneficiará a unas pocas empresas transnacionales a costa de graves impactos ambientales y sociales. “El TLCUEM modernizado sólo protege a inversores extranjeros y pone en riesgo cambios urgentes en favor del clima, el medio ambiente y los derechos de los Pueblos”, comentó.
Alan Carmona, de la agrupación “Un Salto de Vida” (México) recordó que el nuevo TLCUEM permitirá que las empresas europeas sigan violando impunemente los derechos humanos y contaminando los territorios. “Generan zonas de sacrificio como la Cuenca del Río Santiago en Jalisco, donde el río y sus afluentes han sido envenenados por más de 700 industrias, entre las cuales 70 son empresas transnacionales”, afirmó. “En otra región de emergencia ambiental similar a la nuestra, en Atitalaquia, fue asesinado recientemente Jesús Bañuelos, defensor del medio ambiente”, destacó.
Pablo Ramírez, de la Taula per Mèxic (Estado español) evidenció la necesidad de oponerse a la ratificación del acuerdo y de colocar en el centro del debate público la defensa de los derechos humanos como recomiendan diferentes organizaciones de la sociedad civil europea y mexicana. “Antes hablemos de garantizar el derecho a la autonomía, la tierra y el territorio de los pueblos indígenas, o del desarrollo de una política pública integral que garantice el derecho a defender derechos humanos”, expuso.
Entre otros elementos problemáticos en el nuevo acuerdo se destacaron: los obstáculos que implica en el avance en los derechos de las mujeres y la equidad de género, el ataque contra la agricultura campesina, las dificultades que genera en el avance hacia un sistema energético más sostenible, y los riesgos para la contratación pública y los servicios públicos.
La carta y las firmas, incluso la de PBI, pueden ser consultadas en este enlace: https://www.bilaterals.org/seis-razones-para-no-ratificar-el
Más información:
• Guía sobre el acuerdo UE-México
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