Ubicarse para saber exactamente dónde y cómo ha sido este viaje en el que muchas personas voluntarias y, principalmente, personas defensoras de derechos humanos se han cruzado en el camino es importante para nuestro recuento de los 20 años de PBI México. Es una forma de, como dice Blanca Martínez, directora del Fray Juan de Larios, “recuperar tus pasos para volver a agarrar camino”. Tratar de ubicar dónde y cómo son los territorios que hemos pisado en este tiempo o en los que actualmente seguimos teniendo presencia es importante porque después de 20 años, los contextos, acompañamientos y riesgos que enfrentan las personas defensoras de derechos humanos se han transformado, reubicado, complejizado, recolocado. El escenario sobre el que pensamos que es necesario moverse se sigue actualizando día a día.

Quizás por ello es necesario hacer un alto, detenerse a pensar con exactitud cómo es que las organizaciones están leyendo sus territorios en la actualidad. Dibujar el mapa del viaje compartido.

A continuación, presentamos una serie de mapas de los territorios en los que hemos actuado y que está construido con los datos, valoraciones y aportaciones que las organizaciones, comunidades y personas defensoras que acompañamos nos han proporcionado o publicado recientemente. Es claro que los problemas que se enfrentan en México son más amplios, grandes y complejos, pero nuestra intención aquí es aportar un poco para que sea más fácil ver esa complejidad. Queremos poner en el centro esta visión compuesta por tres ejes que hemos construido con ayuda de las personas defensoras: el aquí, el ahora y la lectura que las organizaciones están haciendo sobre los problemas que trabajan en dichos territorios. No son temáticas exclusivas y algunos territorios tienen componentes que se entrelazan o que tienen dimensiones todavía más amplias. Lo importante para nosotras y nosotros ahora es mostrar la complejidad que origina en todos los casos, el riesgo para personas defensoras y las víctimas que acompañan.

Agradecemos infinitamente a la Organización Familia Pasta de Conchos, al Centro de Derechos Humanos Fray Juan de Larios, al Centro de Derechos Humanos Paso del Norte, a Alianza Sierra Madre, a la Consultoría Técnica Comunitaria, al Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, a la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Víctimas de Violaciones a los Derechos Humanos en México, a Servicios para una Educación Alterna, a Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad, al Comité de Defensa Integral de Derechos Humanos Gobixha, al Comité Cerezo México, al Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua, Morelos, Puebla, Tlaxcala, entre otras tantas personas, por la ayuda prestada para construir este análisis.

Incluimos al final, un breve espacio dedicado al Comité Cerezo con quien hemos caminado durante 20 años. Su trabajo ha evolucionado de forma que rebasaría la cantidad y espacialidad que aquí presentamos. Vale la pena poner su voz al frente por todo lo que ha implicado este tejido y articulación de cuidado. Sirva este mapeo como una forma de visualizar el trabajo de las personas defensoras en México.

Aquí encuentran el informe completo.

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