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“Nuestra vida vale más que el carbón”

La organización Familia Pasta de Conchos (OFPC) enfoca su lucha contra las actividades extractivas de carbón realizadas en condiciones de irregularidad, o con una falta de implementación de leyes en torno a la materia. Nacida en 2006, reclamando el rescate de los cuerpos de los 65 mineros que quedaron atrapados en la Mina Pasta de Conchos, la organización denuncia la situación de impunidad de violaciones y abusos de derechos humanos y ambientales, asesora a quienes manifiestan haber visto afectados tanto su salud como su patrimonio, e inspecciona las condiciones de seguridad laboral en las minas.

De los estados fronterizos de la República Mexicana, Coahuila es el estado que se caracteriza por albergar en una superficie de casi 15 mil kilómetros cuadrados ubicada en su parte norte, la denominada Zona Carbonífera. La región cuenta con el 95% de las reservas de carbón del país y genera alrededor del 10% de la energía nacional vía extracción de carbón, del cual se genera el 7% de la energía de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Por todo esto, la presencia de la industria extractiva es muy visible en los municipios que la conforman ya sea a través de minería legal, ilegal, irregular o industrial. Ya en 2013, el Centro de Reflexión y Acción Laboral, había calificado a la zona como un “foco rojo”, debido a la situación de irregularidad que identificó en los “pocitos” y minas de arrastre. Además, Coahuila ha sido identificada como zona de alto riesgo para la defensa de los derechos humanos, y como una de las entidades federativas con mayor número de agresiones contra las personas defensoras.

En abril de 2015, OFPC abrió una oficina-biblioteca en Cloete, municipio de Sabinas, con el propósito de asesorar a quienes trabajando o no en la minería en la zona, manifiestan haber visto afectados tanto su salud como su patrimonio por la explotación de carbón. De acuerdo a los testimonios de la población local, diferentes empresas mineras han realizado tajos abiertos lo que tendría importantes impactos sobre la vida de los habitantes, dañando el patrimonio y medio ambiente de centenares de familias que habitan la villa de Cloete. Según la Organización, estas actividades no respetan el Manifiesto de Impacto Ambientalacuerdos alcanzados en de 1996, que determinanba que no se podrían realizar “actividades de exploración o extracción de carbón mineral dentro de los predios de la zona urbana comprendidos a una distancia de 350 metros de la última casa habitación de las poblaciones de Sabinas, Villa de Agujita y Villa de Cloete, Coahuila”.

Desde la apertura de la oficina en Cloete, los y las defensoras han defendido pacíficamente su derecho a la salud, a la vivienda, a la educación y a un medioambiente sano, resguardados a través de lo que se conoce como derechos económicos, sociales, culturales y ambientales; exigiendo el cumplimiento de las leyes que existen para su protección y la protección del medio ambiente en contextos de extracción minera. Por esta labor, quienes integran la OFPC han sufrido hostigamiento y amenazas, y se han visto envueltos en procesos de criminalización.

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En una entrevista Cristina Auerbach nos explica la situación en la Zona Carbonífera, las razones por las cuales se creó la OFPdC, su rol en la protección y promoción de los derechos laborales de los mineros, de las comunidades y del ambiente en la zZona y el importante rol del pueblo de Cloete en la lucha por proteger sus hogares y defender sus derechos.

“Lo único que estoy haciendo, es defender mi casa”

La Zona Carbonífera, posee una economía poco diversificada, y por ende, muy frágil. El agua se desperdicia en las minas de extracción, y plantas de beneficio para tratamiento. Existe mucho comercio hormiga en los pueblos, nos empleamos unos a otros para hacer cuartos, para limpiar solares, para comprar comida casera, etc. La población de esta región, está muy carente de salud. Aquí, no sólo los mineros respiran polvo de las minas, permanentemente estamos respirando polvo, la región carbonífera tiene más partículas en suspensión que la Ciudad de México, y eso nos da una idea para todos de la magnitud del problema de salud que tenemos. De esta forma, todas las quejas que se emitieron a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) son por el tema de las minas de carbón, e incluyen el derecho a la salud, al medio ambiente, a la vida y el derecho a la integridad personal. Pero, como en muchos casos, pareciera que la CNDH esta administrando el conflicto, porque fueron interpuestas hace dos años y medio y no emiten las recomendaciones.

Cloete es un pequeño pueblo minero. Según su plan de desarrollo, el municipio de Sabinas tomó la decisión de extraer el carbón que estaba debajo, el plan de desarrollo suponía hacer desaparecer a Cloete, plan que vino acorde con la incursión de los empresarios, quienes ejercieron mucha violencia contra las personas. Por ejemplo, policías detenían a personas, eran entregadas a algún empresario, y sus guardias blancas les daban una golpiza brutal para que abandonaran su casa y se fueran del pueblo, y así poder sacar el carbón. Cloete es el resultado de la privatización hace 20 años y el resultado de un estado que opera a favor de concesionarios y de empresarios con el discurso de que van a traer el `desarrollo` con la reforma energética.

Coahuila es un estado sumamente machista, y el sector de la minería también lo es, pero en el caso de la minería de carbón, al ser tan peligrosa, ha llevado al extremo los atributos asociados a la masculinidad (fuerza, valentía, heroísmo, etc.). Así que públicamente a las mujeres se nos acusa de ser `viejas liosas` y de `no atender a las familias`, lo que hace más difícil el trabajo de las defensoras. Cada vez que hacemos algo por parar un tajo en Cloete nos agreden, nos difaman, nos abren averiguaciones previas, se nos acusa de despojo, porque el carbón que sale de Cloete se entrega gGobierno del eEstado que a su vez se lo vende a CFE, se nos acusa por millones de pesos de pérdidas. Pero, a pesar de la reacción tan violenta de empresarios, políticos y gobiernos, hemos logrado sacar del pueblo a algunas de las empresas, cancelar concesiones e impedimos que regresen a trabajar. La gente de Cloete, sobre todo las mujeres que viven al lado de los tajos, se han convertido en defensoras para proteger sus hogares y su pueblo. Creemos que el hecho de que los defensores en la región carbonífera tengan una visión integral ha hecho que podamos abordar el problema del extractivismo en todas sus vertientes,; por primera vez en la historia nos hicimos responsables de la extracción de carbón. Y sí, el gran logro es haber disminuido las muertes en las minas, pero todavía queda todo por hacer. Ahora los mineros son más pobres que antes, cada vez los registran con menos salario, siguen muy enfermos, muchos trabajan en minas clandestinas o ilegales, sin ni siquiera, estar registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social.

La OFPC es un gran esfuerzo de hormigas. No sabemos cuántos somos. Pero sí sabemos, que estamos en todas las minas, en todos los pueblos. Las distancias, la pobreza, y la inexperiencia organizativa de más de doscientos años, y sobre todo el miedo después de la era de los “Zetas”, hacen muy difícil pensar en reuniones de toda la organización, pero tenemos otros mecanismos de comunicación, de relacionarnos, de avanzar en nuestra agenda. El lema es, “hacer todo lo que podamos, siempre que podamos, porque nuestra vVida vale más que el carbón”. Así que, con esta visión de futuro, hasta nos divertimos muchísimo juntos,: tenemos una biblioteca para personas adultas y otra para los y l/as niñas y los chicos,; y levantamos tres invernaderos. Se nos reconoce, como una organización muy exitosa, pero creemos, que es un éxito perverso, porque no somos el gGobierno, no somos los sindicatos y no somos las empresas; y si todos quienes tienen el deber y responsabilidad de actuar no actúan, para que no maten mineros y para que no destruyan ilegalmente a los pueblos, no estaremos avanzando.