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La Montaña de Guerrero, el manantial de resistencia y torbellino de esperanza

“Montaña, tu eres nuestro refugio y fortaleza, en ti descansa nuestro espíritu combativo. Tus cerros vigías nos protegen de las acechanzas de los enemigos del pueblo. En este manantial de la resistencia, se robustece nuestra lucha que nos envuelve en este torbellino de esperanza”

La región de la Montaña del estado de Guerrero es una fuente inagotable de resistencia. Así lo expresó Abel Barrera Hernández, director y fundador del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, en el marco del 24 aniversario de la organización, celebrado el pasado 6 de octubre, en el municipio de Tlapa de Comonfort.

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El evento, acompañado por PBI, contó con la presencia de las madres y los padres de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, normalistas de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgo (lee nuestro artículo «La Desaparición forzada: una cicatriz abierta en México»), Valentina Rosendo Cantú (lee nuestro artículo, «Justicia para Valentina»), Arturo Campos, líder indígena arbitrariamente detenido durante mas que 4 años, e integrantes del de Consejo Ejidos y Comunidades Opositoras a la presa La Parota (Cecop). Participaron también Jesús Peña Palacios, representante adjunto del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México, el senador Emilio Álvarez Icaza, representantes de la Comisión Nacional para los Derechos Humanos (CNDH), además de activistas e integrantes de organizaciones de derechos humanos nacionales e internacionales.

La conmemoración inició con una celebración eucarística, llevada a cabo en la Catedral de Tlapa y, en seguida, se dió la presentación del vigésimo cuarto informe de actividades realizadas por el Centro Tlachinollan en este último año. En sus más de 500 páginas, el documento, titulado “Montaña: Manantial de la resistencia, torbellino de esperanza”, hace un recorrido de los casos emblemáticos acompañados por el Centro en su labor de promoción y defensa de los derechos humanos de los pueblos na savi, me’phaa, nauas, nn´anncue y mestizos en la Montaña y Costa Chica de Guerrero.

El informe destaca, en otros casos: la lucha incansable de las madres y los padres de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, que exigen justicia para sus hijos y la creación de una comisión de investigación para la verdad y la justicia para esclarecer el caso; la criminalización de las personas defensoras comunitarias, como el encarcelamiento de integrantes del CECOP ante el rechazo a la construcción de la presa hidroeléctrica en el municipio de Acapulco; la historia de Valentina Rosendo Cantú y la sentencia que condenó a dos efectivos del ejército mexicano por la violencia cometida en contra de ella, así como un capítulo dedicado a las mujeres de la Montaña, que han apelado a los recursos jurídicos y enfrentado una estructura social y estatal misógina al ser víctimas de violencia de género y feminicidios. Además, se encuentran también documentados la defensa del territorio contra las concesiones mineras, expresado en el caso de la comunidad Juba Wajín (San Miguel del Progreso).

La violencia en Tlapa ha empeorado durante los últimos meses, situación que pone en riesgo la labor de Tlachinollan y la seguridad de sus integrantes. PBI, que blinda acompañamiento al Centro Tlachinollan desde 2001, lo felicita por su vigésimo cuarto aniversario y por ser ese manantial inagotable de esperanza y lucha en la defensa de los derechos humanos en Guerrero y México.