Hace poco más de un año se inició el acompañamiento de PBI a Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad Oaxaca (Consorcio Oaxaca), organización que realiza una importante labor de promoción del respeto y ejercicio de los derechos humanos de las mujeres y la igualdad de género.

En un reciente informe de la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en México, en el cual Consorcio también fue partícipe, se documentó que en México ocurrirían semanalmente al menos cuatro agresiones contra mujeres defensoras y sería uno de los países más peligrosos de la región mesoamericana para ejercer la labor de defensa de los derechos humanos.

Según el mismo informe, para el periodo 2012-2014, México ocupó el segundo lugar de la región, por la cantidad de agresiones perpetradas contra las defensoras, en total 615.

Con ello, según las autoras, la violencia contra mujeres defensoras está al alza, ya que en tan sólo tres años, los ataques crecieron en 261%.

El comunicado de prensa conjunto del Observatorio para la Protección de los Defensores de Derechos Humanos y Consorcio Oaxaca, entre otras organizaciones, destaca que en el Estado de Oaxaca, el número de ataques contra defensoras ha aumentado un 300% desde 2012 a 2015, situando al estado de Oaxaca en el primer lugar del ranking a nivel nacional.

Además, según el citado informe, la evidencia apuntaría a la continuidad y el recrudecimiento de esta violencia, ya que a nivel nacional tan sólo en enero de 2017 se perpetraron al menos 15 ataques contra defensoras, lo que representa el doble de casos registrados en enero de 2016.

En un reciente encuentro entre voluntarias de PBI y Yéssica Sánchez - integrante del equipo directivo de Consorcio- analiza que por la labor que realizan, la organización sufre un constante hostigamiento y riesgo “que han ido desde allanamientos, robos, hostigamiento, persecución y negación por parte del estado a brindar una real protección que las ha colocado en estado de vulnerabilidad para llevar a cabo su labor”.

Además, a poco más de un año del inicio formal del acompañamiento, la defensora afirma que “contar con el acompañamiento de PBI genera certezas de no estar solas y que tenemos el respaldo para seguir con nuestra labor, dado que las instancias de estado poco valoran y no reconocen los aportes que se hacen desde la sociedad civil y en específico de las defensoras feministas.

Sin duda alguna el acompañamiento internacional ha fortalecido nuestro hacer en todos los ámbitos.”

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