El pasado enero del presente año, Brigadas Internacionales de Paz, acompañó al Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua, Morelos Puebla y Tlaxcala (FPDTA-MPT), en el encuentro nacional de radios comunitarias en la defensa del Territorio y la Vida, llevado a cabo en el Valle de Tehuacán, Puebla. Allí, tuvimos la oportunidad de conocer divergentes medios alternativos de comunicación “Voces de la Resistencia” que utilizan su voz para promover la cultura, las tradiciones, la unión de las comunidades indígenas y el derecho a la libertad de expresión. 

Nos acercamos a la radio Cholollan y a sus procesos de articulación al servicio de los pueblos y en defensa de la Vida y de los Territorios, surgiendo así, la oportunidad de realizar una entrevista a Myriam Vargas Teutle, integrante del FPDTA -MPT y comunicadora indígena de la región Cholulteca:

¿Qué es una radio comunitaria y por qué hacerla? 

Myriam: A mí y a varios compañeros nos invitaron a las asambleas de la comunidad que se estaban realizando por ahí en el año 2009-2010, ya que venía un proyecto al Estado de Puebla, Arco sur poniente y afectaba a Cholula. Empezamos a participar y ahí es donde se constituye el FPDTA. En ese momento solo era en Puebla, pero después cuando en el Estado de Tlaxcala se entera la comunidad que también hay un proyecto que es el Arco norte, pues las comunidades se integran en el Frente. Ahí yo me meto de lleno en el proceso, pero mientras pasaba esto, también pasaban cosas aquí en el pueblo [de Cholula] y empecé a intervenir en procesos de defensa del territorio, porque como en todos los pueblos también nos están quitando el territorio.

La radio comunitaria se ha vuelto la herramienta de resistencia para documentar, difundir y visibilizar las afectaciones y también para generar un apoyo más grande hacia los comités de las asambleas de las comunidades. Igualmente, ese material que obtenemos y que se graba, lo han ocupado para denuncias penales contra las empresas, o para documentar y evidenciar frente a la autoridad responsable. Así se generó una denuncia a la empresa Junghanns y la Conagua la multó. La radio comunitaria es el instrumento de agitación y diálogo comunitario. 

Actualmente, a través del proyecto Telar creado en el 2019, estamos haciendo grupos de formación para intervenir con campañas de comunicación en defensa del territorio. Las capacitaciones han sido más en el sentido de cómo creamos acciones de comunicación para que tengan un programa de radio, y también para que, si ocurre un problema en la comunidad, se pueda realizar una acción desde la radio y desde la comunicación que fortalezca a la comunidad desde el discurso y la narrativa del movimiento social y desde la defensa de la tierra y el territorio. 

¿Cómo se crea la radio comunitaria Cholollan?

Myriam: En la época del 2007 estaba en un espacio de formación juvenil y llegó Juan Carlos a darnos una plática del zapatismo y del trabajo comunitario que estaban haciendo en las comunidades zapatistas. Desde ahí yo dije “es por ahí compañeras”. Para mí, fue importante conocer este camino y de ahí hasta el 2008 hacemos un proceso participativo de la creación de la casa comunitaria Tlalle Toxquitl. En esa casa empezamos a hablar sobre una radio. 

En este primer momento empezamos a meter varios ejes, pero uno muy fuerte fue el de la comunicación. Yo estaba estudiando comunicación en la universidad y empieza un proceso muy interesante que se inaugura en el 2009 aquí en Tlaxcalancingo, y es la radio comunitaria Axocotzin. Ahora se transformó en Cholollan radio, pero es el mismo proyecto, las mismas personas; pero es en Cholollan donde iniciamos un proceso más fuerte colectivo del pueblo, nos empezamos a apropiar del espectro radioeléctrico. Al inicio fue primero por altavoces e internet y como los compañeros que venían de la ciudad de Puebla traían un transmisor, lo empezamos a ocupar.

En el 2014 cuando empieza el Proyecto Integral Morelos (PIM), la imposición del gasoducto y también una serie de imposiciones de proyectos en todo el estado de Puebla, nos incautan la radio, nos quitan el transmisor, nos quitan todo y, al mismo tiempo le ocurre lo mismo a radio Zacatepec. 

¿Cuál es el perfil de las comunicadoras populares o comunitarias? ¿cómo las describes?

Myriam: Somos muy curiosas, estamos muy involucradas en todos estos temas de las asambleas. Siempre hemos tenido la preocupación por lo que pasa en la comunidad, de la iniciativa de hacer, de no esperar de que alguien más resuelva algún problema o situación. Un comunicador o comunicadora popular e indígena, no es solo quien habla en el espacio, sino también quien se involucra muchísimo en los procesos de defensa. Son líderes comunitarios y comunitarias. Esto es importante porque cuando ellos o ellas hablan en el micrófono o tienen algún programa o hacen las noticias, tienen una especie de autoridad moral con la gente que escucha, ya que están inmersos en las problemáticas sociales y por ello influyen muchísimo. Se ve cuando un líder involucrado en los asuntos habla, las comunidades sienten un llamado desde aquí. 

El perfil de los comunicadores y comunicadoras, es que somos compañeros y compañeras de la resistencia y la lucha. Entonces, como compañeras que tenemos esta forma de apoyar la resistencia, pues lo hacemos, no como un periodista que se aleja o trabaja desde afuera. Nosotras estamos inmersas en lo que sucede. Y así funciona, cuando me vienen a amenazar es un momento en el que se amenaza a las demás personas. 

También siento que quiénes son o han sido comunicador o comunicadoras populares, son personas que están interesadas en aprender cosas nuevas, en estarse formando constantemente a través de lecturas o preguntando mucho a la comunidad. Esto último es muy importante, ya que es normal que no sepan a profundidad todo lo que ocurre. Para ello hay un nivel de sencillez y humildad para acercarse a la comunidad y preguntar y profundizar sobre lo que ocurre.

También los y las comunicadores tienen un nivel de creatividad, ya que siempre estamos buscando la manera de informar de manera sensible y que se nombre de buena manera. Buscamos no ser como estos medios amarillistas. Esto es un esfuerzo que hemos realizado y no ser absorbidos por estas formas y lenguajes que utilizan los medios masivos. En los talleres que hacemos tocamos esto, cómo logramos desaprender estos discursos. Buscamos siempre que lo que comunicamos sea distinto a las formas como comunican las grandes corporaciones de comunicación. Esto es un reto y nos hemos esforzado muchísimo para que sea distinto. 

Estamos haciendo esfuerzos bien grandes en muchos sentidos y pienso que, si no hubiéramos entrado a la defensa del territorio como a los procesos de comunicación comunitaria, no creo que estaríamos ni siquiera preocupados por lo que sucede en las comunidades.

Gracias a que estamos en estos espacios, hemos estado cuestionándonos todo el tiempo y cada vez más estas prácticas y formas. Así podemos ver un antes y un después al menos en varios espacios en los que estamos trabajando. Es un ejercicio de resistencia mantenernos en estas articulaciones, no solo porque tenemos encima y en contra toda la corriente del capitalismo, extractivismo, las empresas, toda la lógica mundial, sino porque toda esta lógica, el patriarcado, todo lo que se ha enraizado en el mundo también está en nosotros y nosotras y eso por supuesto influye en nuestros grupos, en nuestro actuar. Entonces debemos aprender muchísimo a cuidar los procesos. 

¿Qué papel tienen las mujeres en la defensa del territorio a partir de este perfil activo de comunicadoras comunitarias?

Myriam: El papel que tenemos las mujeres en la defensa del territorio son varios. Uno es que somos esa columna vertebral que siempre está ahí y que incluso cuando los compañeros están en la cárcel, desaparecidos o los asesinan -en su mayoría hombres-, las mujeres son una columna importante. En el caso de Samir1, Liliana (su pareja) es la que encabeza y está haciendo todo el proceso organizativo y de exigencia a las autoridades por su asesinato.  

Acá en Puebla, cuando encarcelaron a Juan Carlos2 a mí me tocaba hacer este trabajo por un lado, y por el otro, seguir haciendo el recorrido de todo del gasoducto y seguir motivando a los comités de las asambleas para que siguieran luchando y a la vez trabajando en una campaña de liberación por Juan Carlos. 

Doña Enedina (quien tiene cinco hijos y una hija), fue la hija quién se encargó y ha sido la que ha estado al frente de todo su proceso, por un lado, de la defensa del territorio y por el otro, en la campaña de liberación por su madre. Toda la fuerza y la energía es de las mujeres.

Otro papel lo he visto en muchas compañeras que son defensoras del territorio que ya son abuelas, aproximadamente de 40 hacia arriba. Ellas tienen un nivel grande no para ordenar, pero sí para decir qué se tiene que hacer en momentos claves. Por ejemplo, cuando hicimos las barricadas aquí en mi pueblo más o menos hace 10 años, una de ellas coordinaba aquellas situaciones tensas. Otro ejemplo es el papel de doña Gloria en Pueblos Unidos (PU), quien organiza lo que no está funcionando. Si todo va bien y no hay problemas, no interviene; pero cuando hay momentos cruciales, interviene de manera muy contundente. Yo digo que ellas salvan los momentos, salvan el trabajo o incluso impiden o cuidan mucho cuando son los momentos de riesgo más fuertes. 

Por ejemplo, en la asamblea del 21 de noviembre 2021 cuando fue intervenida por la policía y los golpeadores en Zacatepec, y toda la gente empezó a correr y había golpes por todos lados, la policía empezó literal a pepenar3 a los compañeros que habían sido dirigentes. Quienes fueron a sacarlos de las garras de la policía fueron las mujeres. Las señoras fueron y acuerparon a los defensores y a los policías los regañaban como mamás en este papel de cuidadoras y madres. Estas formas son clave en los procesos de defensa del territorio.

Pero, hay otro papel en el que yo también me siento identificada porque es el que me ha tocado mucho y es la negociación, el convencimiento y la gestión. Son momentos organizativos de convencer voluntades para sumar en la defensa o en el proceso de comunicación. Vamos y convencemos, es el don del convencimiento, es el trabajo de ir en este sentido. Estos lugares y roles me gustan y me han tocado.

¿A qué riesgos se enfrentan por su trabajo en específico las mujeres comunicadoras populares? 

Myriam: Hay un nivel de riesgo para las comunicadoras de radios comunitarias porque decimos las cosas que están ocurriendo y hacemos esta documentación que a las empresas no les conviene. Con la Bonafont me tocó ir muchas veces y dar este seguimiento. Ahora que se dio el desalojo, y recorríamos el lugar por fuera, desde allí los guardas gritaban que había llegado la reportera del Frente, es decir, nos reconocen. 

En la Conagua, en una reunión con los vecinos de la comunidad que estaban siendo afectados por una empresa extractiva del agua, cuando llego escucho que le dicen a la policía que me deben sacar de allí. Piensan que yo soy la que hago las denuncias y no se dan cuenta que son las comunidades quienes se pronuncian y son las que crean ese espacio. Yo solo pongo la cámara. Cuando me intentan correr, los compañeros le dicen “si ella se va, nos vamos todos”. Esto quiere decir que somos de los pueblos, somos de ahí y pues los medios son de los pueblos.

En la cuestión de las mujeres defensoras que nos dedicamos a ser comunicadoras, las amenazas son más directas y está relacionado en estar con la cámara cubriendo los enfrentamientos con la policía. La policía te golpea, te tira el equipo y te gritan “te vamos a violar o te va pasar esto”. Entonces ahí me ha tocado como 5 veces esta situación cuando he estado cubriendo los casos en los que llega la policía y viene con toda la intención de reprimir. 

Siempre ha sido así, llegas con la cámara y recibes insultos y amenazas relacionadas a ser mujer: “te vamos a hacer tal cosa...”. Esto es muy constante. También nos ha ocurrido en la radio que nos han acosado por medio de mensajes y también a través de las redes sociales. También el acoso no solo lo recibimos por parte de autoridades; sino también por los hombres en general desde el papel de ser comunicadora.

En el Frente de Pueblos ha habido amenazas de violaciones o intentos de secuestro a las mujeres. En estos casos sí existe todo un tema de género aquí muy fuerte: “como es mujer la podemos afectar de esta forma”. Entonces, pienso que estos son los métodos del Estado. 

¿Cuáles son los proyectos en los que trabajan actualmente?

Myriam: Actualmente estoy trabajando en un documental para contar un poco sobre el caminar en la defensa del territorio del volcán y también sobre los proyectos de vida que se han generado a través de estas luchas, como las radios comunitarias, como los gobiernos por usos y costumbres, como las rondas comunitarias de vigilancia por las que pretende pasar el PIM. El documental posiblemente se pueda llamar: “la lucha por la vida del frente de pueblos”. No tenemos previsto cuándo puede estar saliendo. En mis planes está que en diciembre podamos presentar un corto del documental y empezar a difundir y generar una campaña para exhibirlo, sobre todo en todo el trazo del gasoducto y de la termoeléctrica y del acueducto.

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